Las intolerancias alimentarias y las alergias son problemas de salud ampliamente extendidos, que se deben a una reacción inapropiada del sistema inmunológico a ciertos alimentos. Aunque a veces pueden causar síntomas similares, las intolerancias y las alergias alimentarias son dos reacciones diferentes del cuerpo a alimentos específicos.
Las intolerancias alimentarias ocurren cuando el cuerpo tiene dificultades para digerir o procesar ciertos alimentos. Esto puede provocar una variedad de síntomas, como dolor abdominal, hinchazón, diarrea, náuseas o dolores de cabeza. Las intolerancias comunes incluyen la intolerancia a la lactosa (intolerancia al azúcar de la leche), la intolerancia al gluten (enfermedad celíaca) y la intolerancia al histamina.
Por otro lado, las alergias alimentarias son reacciones inmunológicas del cuerpo a ciertas proteínas en los alimentos. Cuando alguien con una alergia alimentaria consume el alimento en cuestión, su sistema inmunológico produce anticuerpos que pueden desencadenar una reacción alérgica. Los síntomas de una alergia alimentaria pueden variar desde reacciones cutáneas leves como urticaria hasta síntomas potencialmente mortales como la anafilaxia, que requieren atención médica de emergencia inmediata.
El diagnóstico de intolerancias alimentarias y alergias a menudo requiere una evaluación exhaustiva por parte de un médico o alergólogo. Con frecuencia, se utilizan pruebas cutáneas, análisis de sangre o dietas de eliminación para identificar los alimentos desencadenantes.
El mejor tratamiento para las intolerancias alimentarias consiste en eliminar los alimentos desencadenantes de la dieta o reducir su consumo. En algunos casos, los suplementos enzimáticos o los suplementos nutricionales pueden ayudar a mejorar la digestión y aliviar los síntomas.
Para las personas con alergias alimentarias, evitar los alimentos alergénicos es crucial. En casos de alergias graves, es importante llevar siempre consigo un medicamento de emergencia como un autoinyector de epinefrina y saber cómo usarlo en caso de emergencia.
Es fundamental que las personas afectadas por intolerancias alimentarias o alergias vigilen de cerca su dieta y se aseguren de que sea equilibrada y variada para garantizar un suministro adecuado de nutrientes. Trabajar con un dietista o médico puede ayudar a planificar una dieta adecuada y minimizar las molestias.
En el tratamiento kinesiológico de intolerancias alimentarias y alergias, se utilizan pruebas musculares especiales para identificar desequilibrios en el cuerpo. Busco posibles bloqueos o interferencias en el flujo de energía y trato de corregirlos mediante técnicas manuales suaves.
Para casos leves de intolerancias alimentarias y alergias, el tratamiento kinesiológico puede ayudar a restaurar el equilibrio energético y aliviar los síntomas. Puedo utilizar diversos puntos de acupresión o técnicas de relajación.
En casos más graves de intolerancias alimentarias y alergias, el tratamiento kinesiológico puede servir como terapia complementaria a la atención médica convencional. Puede ayudar a reducir el estrés y mejorar el bienestar general, lo que puede tener un impacto positivo en la frecuencia y gravedad de los síntomas.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que no debe sustituir a la atención médica. Las personas que sufren de intolerancias alimentarias o alergias graves siempre deben consultar a un médico para obtener un diagnóstico preciso y recibir un tratamiento médico adecuado.
Durante nuestra sesión sobre intolerancias alimentarias y alergias, tendrás la oportunidad de compartir tus molestias, desafíos y especialmente tus objetivos deseados. Juntos estableceremos un objetivo terapéutico positivo, activo y motivador.
Utilizaremos con cuidado conceptos y técnicas de equilibrio que identificaré a través del test muscular, con el fin de reconocer posibles intolerancias o reacciones alérgicas a ciertos alimentos. Al final de la sesión, discutiremos los cambios logrados, haremos una reorientación y exploraremos formas de apoyar tu proceso de curación en tu vida diaria.
La kinesiología puede ser una forma valiosa de terapia complementaria que se utiliza en combinación con otros métodos de tratamiento, sin reemplazarlos. Una ventaja fundamental de la kinesiología es que no presenta efectos secundarios no deseados.
Soy miembro de Kinessuisse, asociación profesional de kinesiología, y mi trabajo lo realizo bajo sus directrices éticas.